Así la pareja de arquitectos opta por desenterrar las viejas composiciones y lenguaje tradicional de Italia para que su casa sea una obra de arte integrada en el paisaje y ambiente, un menhir nuevo, una reinterpretación de la cabaña tradicional con los más notables rasgos de la arquitectura moderna. La piedra sin duda es el material de estos arquitectos, recogida de la tierra directamente actúa como el óleo para el cuadro de un pintor, ya que, en efecto, cada obra de Herzog y de Meuron no es sino una pequeña obra de arte. Por eso el exterior y el impacto visual de la casa es tan importante para ellos; la fachada, la piedra de ésta, su significado…el significado de los alzados, el patio… es un todo que se integra y se convierte en un pequeño tesoro del mundo, ya no arquitectónico, si no artístico, y así llegamos a otra gran reinterpretación de pasado. Tiempo atrás la arquitectura, escultura pintura… no eran sino una perfecta conjunción de todo el espíritu de la belleza tan importante en la humanidad y así han entendido la pareja de arquitectos que debía seguir siendo la arquitectura.
"Un edificio es un edificio. No se puede leer como un libro, no tiene ningún tipo de créditos, subtítulos o sellos como imagen en una galería. La fuerza de nuestros edificios es el impacto inmediato y visceral que tienen sobre un visitante. "
- Jacques Herzog
Así pues, podemos decir que en esta casa la interpretación del pasado con una nueva lente es clara, y esto se nota en toda la carrera de Herzog y de Meuron que no han hecho si no recuperar la relación íntima y visceral entre arte y arquitectura, algo de lo que se había lamentablemente olvidado en las últimas décadas.
